El faro de Trafalgar

Acuarela sobre papel guarro

  Una de las playas más bonitas y peligrosas donde he estado. Sus aguas increíblemente limpias son traicioneras, sobre todo si te bañas cerca del faro. Las corrientes te succionan y te arrastran mar adentro en cuestión de segundos, no es una playa para andar con niños, pero son una auténtica delicia para aquellos que les guste la tranquilidad y la falta de bullicios. Por las mañanas, a eso de las ocho y media, solía pasear por la playa desierta y bañarme desnudo en sus frías  aguas. Esa sensación de soledad me inundaba y deseaba no moverme de allí. Me gusta esa playa. Pase unas vacaciones inolvidables en compañía de Coli y mis hijos, si Dios quiere volveré a bañarme al amanecer en sus limpias y furiosas aguas.

Disculpad la calidad de la imagen, pero en estos momentos el escáner que tengo no puede dar la calidad que yo quisiera.

                               Écija, 12 de febrero de 2012

                                                Pablo Reina