En
su oteadero, con la tarde amenazando fría noche, la patirroja se relaja
apurando los últimos rayos de sol. Los toros de la dehesa pastan aún. Un elanio
se cierne entre los carrizos del cercano arroyo. Solo se oye el mugido de un
toro al que nadie contesta. Cae el sol y el frío pronto calara hasta los
huesos.
Écija, 13 de noviembre de 2017
Pablo Reina
Oleo sobre lienzo 40 x 55 cm |
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